martes, mayo 13, 2008

Almenara IV, a pasos de la meta


No debo decírselo, pero tengo la Almenarita en mis manos... ¡y qué hermosa es! La hemos llamado para nosotros “Almenara Gold” porque, a pesar de venir desde hace rato hablando de que ésta tendría una portada roja y de tener efectivamente un Guardián Rojo en ella, nos salió una revista dorada. ¿Qué se le va a hacer? La niñita de cabellos de fuego ya tiene cinco años, gustos propios y personalidad de sobra.

Y es que ha llegado la hora de que nuestra niña se vista de largo, con trajes hechos para la ocasión y chismes y nuevas interesantes a compartir. Hará su quinta presentación en público gracias a los amigos de siempre – la directiva, el comité editorial, los diseñadores, los escritores y artistas y todos los integrantes de Ohtaríma – y otros ajenos a la Sociedad Tolkien Chilena como Marcelo Sánchez (Depto. de Jóvenes) y don Claudio Jofré .

Sentir el apoyo de este grupo le dio la fuerza y el valor necesario para tomar más protagonismo en su creación. Sin Carlos en Concepción para defenderla, tuvo que enfrentarse a solas a las incursiones de los nuevos diseñadores primerizos. Gracias a una plantilla que le quedaba como un vestón de mithril y un consejo de Gandalf, ella misma les guió en la diagramación y maquetación del cuarto número.

Pero pese a todo lo grande que es, aun es chica y le gusta acurrucarse en la falda de alguien para que le lean un cuento en voz alta. En ese sentido, ella nos llevó por un camino más íntimo en este número. Nos revela más ilustraciones hechas en casa, chilenas y especialmente penquistas, y de una calidad cada vez mejor, con los ganadores del primer Concurso de Ilustración y Dibujo La Almenara de la Frontera luciendo en la portada y contratapa, e ilustraciones de una gran variedad de artistas emergentes de la zona destacadas en su interior.

Copuchenta, nuestra niña cuenta gustosa las actividades de grupos literarios en Concepción. Incluso algo tan ajeno como una soñada entrevista con “tía Ursula” se vuelve tierno y cariñoso al final, cuando la autora estadounidense comparte espontáneamente sus experiencias en Chile.

El camino para editar y publicar el cuarto número ha sido largo y frustrante. Al verla ahora, revisándose minuciosamente ante su gran estreno, no creo que volveremos a pasar por lo mismo para el siguiente número. De hecho, el camino hacia el lanzamiento de la quinta edición de La Almenara se ve despejado y propicio a buenas energías y un compromiso renovado por parte de sus niñeros diarios.

Y es que, cuando el fuego se prende, somos nosotros quienes acudimos a asegurar que la llama de La Almenara crezca para poder alumbrar nuevas tierras. La llevamos de la mano, y ella nos muestra el camino.

1 comentario:

  1. interesantísima publicación.
    Lástima que aquí en España no la distribuyan.
    O sí?

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